Últimamente Murcia tiene cierta relevancia en mi vida:
- Dos de mis mejores amigas viven allí.
- Tienen una interesante escena musical.
- Está cerca de Almería y hasta el acento es similar (que en Muchachada Nui imitan estupendamente).
- Es una opción laboral a considerar (para mi pareja, sobre todo)
Por todo esto he ido para allá 4 veces en el último año. En una de ellas acompañé a Rosa a hacer un examen al campus del Espinardo, en la facultad de matemáticas y el aulario general. Como tenía un par de horas por delante busqué hacer algunas fotos para entretenerme (me había llevado mi cámara compacta por si acaso). La mayoría de las fotos no valen un duro pero hay tres que me han gustado.
Embudo
La primera es una imagen tomada desde la planta superior del edificio. Abajo se agolpaban los opositores esperando entrar en el aula.
No tenía muy claro si usar la versión en color o convertirla a blanco y negro. Finalmente me he decidido por esta última opción.
Las otras instantáneas son más simples y por eso me gustan más.
Auge
Esta foto (ver original) es un juego visual: Tomé las primeras letras de las palabras “aulario general” para formar la palabra “Auge” Dejé espacio abajo para crear la sensación de elevación. La encuadré un poco a la derecha. En primer lugar pensé en una versión en blanco y negro, pero después me dí cuenta de que también tenía el símbolo «Au» (el del oro) y busqué tonos dorados para el muro. Finalmente le añadí un marco negro.
Reverde
La última es posiblemente la que menos guste a la gente, pero ha sido la que más trabajo me ha costado. La foto original presentaba una distorsión muy evidente por las líneas rectas de la pared. Usando ‘corrección de lente’ conseguí mitigar un poco el efecto en las líneas horizontales, sin embargo las verticales seguían estando inclinadas. Así que me tocó “enderezarlas” con métodos poco ortodoxos con Photoshop. El resultado no es perfecto, pero me vale. Toda la foto pretende ser contraste: de color y de formas (las cuadrícula y la “explosión” radial de las hojas). De ahí el juego de palabras del título.
Esta es una de esas veces en las que uno se alegra de llevar la cámara encima y se sorprende al obtener algo que le gusta cuando menos lo esperaba.
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