Soy de los que piensa que uno de los principales problemas de los que adolece la sociedad moderna, especialmente la española, es ese conformismo que nos adormece, que prefiere la resignación a la lucha y la pasividad a la actividad. Estos tiempos de crisis que nos ha tocado vivir -o que hemos ido construyendo día a día- ponen en evidencia esa dejadez. Pagamos los platos rotos por otros que ahí siguen, riéndose de nosotros desde las alturas.

Poco a poco quiero desprenderme de esa rémora y empezar a actuar. Hacer mío aquello del Think globally, act locally, y no solo desde la comodidad de un sillón frente a un monitor, sino en la calle, sobre el terreno. Así que este fin de semana ha tocado ir al acto reivindicativo que la Plataforma en defensa del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar organizó para denunciar el estado de abandono de un edifico tan singular como el Cortijo del Fraile (donde ya disfruté de gratas experiencias).Así que vestidos de negro y portando nuestras linternas nos unimos a otras personas, cerca del medio millar, para dar un gran abrazo al cortijo y a lo que simboliza.

Terminamos con las voces de Sensi Falán y Juan José Ceba; la música de Fafi Molina y el baile de María Molina, en una escena emocionante acompañada de decenas de luces con vida propia.

La noticia en los medios:
Ideal
(con un recuento pésimo de los asistentes) | La voz de Almería | El Almería

ACTUALIZACIÓN:

El vídeo y el making of

 

[PD – Si la foto se ve demasiado oscura, además de culpa mía, es culpa del navegador web y su gestión del color]