Tampoco debe ser casualidad ir a Berlín y encontrarse, como quien no quiere la cosa, una exposición de Diane Arbus, la celebérrima fotógrafa estadounidense, en el Martin-Gropius-Bau. Es fácil entrar en el mundo que retrata Arbus, sentirse fascinado por las miradas directas, soslayadas o perdidas, y sobre todo preguntarse por las historias detrás de cada imagen, mejor dicho, de cada persona y personaje. Porque la fotógrafa captura ambas facetas, aunque no se sepa muy bien cuando es una u otra. Componer el mosaico de una sociedad usando, en muchos casos, imágenes de outsiders y caracteres disonantes es el gran mérito que encuentro en Diane Arbus, junto con la pasión por fotografiar a todo el mundo, convencida de que cualquiera tiene una foto interesante. Yo también creo que sea así, aunque sea tremendamente complejo conseguirlo.
Esta son algunas de las fotos que más me gustaron de la exposición:
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