Esta foto es inesperada porque fue producto de un accidente. Estaba a punto de ducharme en la playa y vi a unos señores justo enfrente, conversando y componiendo una foto interesante. Como la distancia era escasa y mi vergüenza mucha, puse la cámara en autodisparador a dos segundos. La coloqué sobre un pequeño muro, pulsé el disparador y me dispuse a secarme mientras la foto se tomaba. La superficie convexa en la que se apoyaba hizo que la cámara se cayese hacía atrás justo en el momento del disparo… y esto fue lo que capturó.
Pensé que había perdido una foto y que tenía que borrar la toma accidental. No lo hice en el momento por la prisa que me acuciaba. Me olvidé del tema hasta hoy, al pasar las imágenes al ordenador. Es cierto, perdí una foto, pero gané otra mejor.
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