Tenemos que hablar de Twitter (e Instagram)

Apenas pasados unos días de este 2022, y como si se tratara de un propósito de año nuevo, decidí borrar mi cuenta de Twitter. El proceso culminaría un mes más tarde porque la empresa quiere que te lo pienses bien antes de que la decisión sea definitiva e irreversible.

Allí me hacía llamar el hombre invisible, aunque también haber tenido por seudónimos el grito sordo, el intrascendente supremo o eseseñoralquenadielehaceniputocaso. Lo mismo que sucede con mi cuenta de Instagram (a la que me referiré después) o este blog.

Siendo irrelevante en todas ellas, lo que diferenciaba mi experiencia en Twitter era el nivel de amargura que me proporcionaba esta red social. La sensibilidad y la inacción no hacen buenas migas cuando uno se enfrenta a la desinformación, la estrechez mental, el hooliganismo o la pura maldad que inundan aquellos parajes.

Librarse de esto no impide que, en ocasiones, eche de menos leer las opiniones de gente a la que seguía, la inmediatez para obtener información o el hacer el seguimiento de un evento o serie usando hashtags. Es una mierda que engancha. Demasiado.

El tiempo y el alivio mental que he ganado terminan compensándolo todo excepto una cosa: usar Twitter para anotar ocurrencias para mí mismo. A fin de cuentas, era una suerte de diario digital.

He pensado en buscar una alternativa para continuar con esta práctica. Podría utilizar Pocket o algún servicio similar, pero me apetece recopilar mi contenido en un único lugar, en instantes.net y no contribuir a lo que este acertado artículo de Xataka denuncia.

No tendría mucho sentido publicar entradas con los caracteres de un tuit, así que agruparé varias estas ideas o contenidos destacados en una serie de posts que se irán publicando sin periodicidad definida dentro de una nueva categoría denominada Cuaderno de apuntes.

Con Instagram no tuve tanto arrojo. Borré la aplicación del móvil para no poder acceder con tanta facilidad. Ha funcionado si considero como objetivo limitar el tiempo que le dedico. Apenas la he visitado y tampoco he subido ninguna foto; he preferido hacerlo al blog.

No sé que haré finalmente con la cuenta. La idea de poner un cartel de «cerrado» e invitar a visitar esta página es casi lo que más me apetece. Desde un punto de vista promocional es un estupidez, pero de perdidos al río.

Y así se ha quedado la cosa

En unos días, espero publicar los contenidos del nuevo cuaderno de apuntes. Recordad que podéis recibir un aviso automático a vuestro correo electrónico si os suscribís (gratis, un correo máximo a la semana).

ACTUALIZACIÓN: La primera página de este cuaderno de apuntes ya está online.

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Cuaderno de apuntes 1 – Regresos

2 comentarios

  1. Ganas en calidad de vida.
    Además, veo muy adecuado el compartir opiniones, vivencias y experiencias, hasta creaciones propias del arte que sea, pero lo de menos es el número de personas que puedan seguirte. Es mejor plantearlo de forma terapéutica o pedagógica, e incluso por buscar el disfrute, y compartir la que uno lleva dentro.

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