Vuelve el cuaderno de las quejas y los favoritos para resumir todo un año de ausencia.
11.A. Soy español, ¿en qué quieres que haga el ridículo?
Los españoles de bien, esos de la bandera, no se habrán parado a pensar (no va mucho con ellos) en el pobre papel de la delegación nacional en las JJ.OO. de París: 18 medallas, solo 5 de oro, que están muy lejos de las conseguidas por otros países europeos (Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos)
Es muy fácil sentirse poderoso cuando únicamente prestas atención a aquello en lo que destacas mientras ignoras las disciplinas en las que eres irrelevante. Así que la próxima vez que alguien venga con la tontería de ¿a qué quieres que te gane?, muéstrale el medallero de los Juegos (vale cualquiera de los últimos 32 años)
11.B. Lo mejor de los JJ.OO.
…no fue ni el tirador turco, ni la surcoreana, ni Simon Biles, sino esto:
11.C. Una buena bofetada en los bajos
…es lo que se merecen los que usan la técnica del slap al tocar al bajo.
Odio eterno.
En serio.
11.D. La luz de Almería
Sigamos haciendo amigos.
Hay un mantra que repiten fotógrafos y políticos sobre Almería y es que su luz es especial, esa que captó Pérez Siquier.
Tras más de una década viviendo en la provincia, puedo afirmar que lo único especial que tiene la luz de Almería es el polvo en suspensión. No verás azules intensos, pero días ocres y grisáceos, todos los que quieras.
11.E. Un año en películas
En este año sin publicar texto, las películas que más me han gustado han sido (en orden ascendente):
11.G.No olvidemos la música
Dos regresos:
Adult Jazz, con canciones tan increíbles como esta:
Y la inesperada vuelta de unos clásicos del indie español: Maddening Flames, autores de una de las mejores canciones nacionales que uno recuerda. Su disco de 2024 bien merece una escucha detenida, aunque apenas sean 29 minutos (después de 29 años desde su anterior trabajo)
Y un descubrimiento: Emperor X. Un sonido épicamente lo-fi que en directo es apabullante y emotivo:
He elegido Erica Western Teleport, pero podrían haber sido €30.000 o Allahu Akbar.
La música nunca defrauda.
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