Zújar es un pequeño pueblo del norte de Granada. Toda mi familia ha nacido allí, excepto yo, pero solo mis adorables titos Edu y Fefa siguen viviendo allí. No es una tierra que tenga mucho que ofrecer. Me recuerda a Almería. La tierra no es fértil y la industria es inexistente. No se ha sabido aprovechar el potencial turístico de las casas cueva, la mayoría de las cuales se han derrumbado o están a punto de hacerlo. En los últimos años se ha intentado potenciar el turismo considerando el imponente embalse del Negratín como punto de referencia.
El fin de semana pasado estuvimos visitando a la familia y aproveché para tomar unas fotos con el móvil.
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El pueblo se extiende a los pies del cerro Jabalcón, el monte que se comió un elefante. Aquí podemos verlo desde el pantano:
En su cima está la ermita de la Virgen de la Cabeza, donde el último domingo de abril se hace una romería. Desde la cumbre tomé este par de panorámicas y una vista del embalse (clic para ampliar).
Como casi siempre, me arrepentí de no haber llevado una cámara mejor que la que tiene el móvil. En Flickr podéis encontrar fotos fantásticos del cerro y en este blog, algunas imágenes más del embalse.
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