El verano da para algo más que catalogar fotos. Aunque no lo parezca he hecho bastantes fotos y estoy satisfecho de algunas de ellas. También, por primera vez, he experimentado, más o menos serio, con la fotografía de larga exposición.
La primera salida no fue exactamente como esperaba. El amigo Javi Rueda propuso hacer una ruta por Cabo de Gata (de Vela Blanca a la playa de Mónsul) en una noche con superluna. Tan buena era la idea que consiguió enrolar a medio pueblo. Y claro no era cuestión de que me estuviesen esperando mientras hacía fotos. Así que el único momento en el que dispuse de tiempo fue al llegar a la playa, donde comenzaron los problemas.
No me atreví a sacar la X100S porque hacía mucho viento, tanto que se levantaba esa enemiga mortal de las cámaras que es la arena. Empleé la Nikon D3000 con un 55-200mm (unas focales que no me vinieron muy bien) sobre trípode, pero sin ninguna luz para facilitar el enfoque. Viento, arena, oscuridad e inexperiencia dieron como resultado fotos movidas, desenfocadas (misión imposible sin luz auxiliar) y con demasiado ruido. Esto es lo que he podido aprovechar, y no es mucho (al hacer clic en las fotos se abre Flickr):
El desenfoque he intentado salvarlo con el procesado, dándole un toque lunar.
Arriba: Un par de tomas de la peineta. Abajo: La sorpresa, haber podido obtener una foto medio nítida de la luna:
La segunda salida también fue con el sr. Rueda, pero esta vez fuimos los dos solos, dispuestos a emplear todo el tiempo que fuese preciso.
Él venia mejor preparado, con su superlinternas y un buen disparador remoto. Yo con la Fuji, una linterna-dinamo y la Canon 30D con el gran angular 10-20mm (ouch!).
La primera, la típica larga exposición con coche en la iglesia de las Salinas/Almadraba de Monteleva:
Abajo a la izquierda: El grafitti fue un intento de pintar con luz, buscando el contraste entre el naranja y el azul. No salió como deseaba, así que he usado dos imágenes para lograr algo parecido a lo que buscaba.
A la derecha, el cielo. No muy espectacular, pero me hacía ilusión.
Otra de la iglesia, sin coche. Esta me gusta más.
Antes de llegar al faro de cabo de Gata, y tras cruzarnos con una ¡caravana! en la carretera-super-estrecha-con-barranco (a las 23:30 de un jueves) nos detuvimos para fotografiar la maldita carretera y el faro que teníamos enfrente:
Y en el faro me entretuve en hacer esto:
Después emprendimos el descenso hasta nivel del mar para fotografiar el arrecife de las Sirenas:
A mayor resolución se puede apreciar bastante ruido. Esto es porque no tengo cable disparador para hacer largas exposiciones, así que el tiempo máximo de exposición que pude emplear fue de 30 segundos, por lo que tuve que subir el ISO a 3200 para obtener algo interesante. Con el modo bulb, una vez tenga el disparador remoto, podré aumentar el tiempo y reducir el ISO obteniendo imágenes más limpias.
La última es otro experimento en el que he fusionado 2 imágenes (no es un HDR), de una he obtenido la parte del arrecife y de la otra, el faro y el cielo. Una lástima que tenga tanto ruido.
Con todo, estoy muy contento de cómo se comportó la pequeña X100S. Intenté usar la 30D y fue un suplicio -ya ni me acordaba de su manejo- y no pude aprovechar ninguna de sus fotos.
Lo mejor de la noche fue darme cuenta de las carencias que tenía, tanto de equipo (luces) como de formación (fue todo muy improvisado) , y sobre todo, disfrutar de esa quietud del mar, de la compañía y de la espera mágica para ver que salía en la pantalla de la cámara.
Deja una respuesta