La empresa alemana Saal está haciéndose un nombre gracias a una extensa campaña publicitaria en la que dan a probar sus productos a quien esté interesado. En este mismo blog hice un análisis del álbum digital Saal.
Un año después, vuelvo a probar sus productos. En esta ocasión se trata de un cuadro. El formato que he elegido ha sido un cuadro aluminio Dibond (60 x 40 cm).
Creación del cuadro
El cuadro se elaboró con la aplicación Saal Design (v.4.1) de manera muy sencilla y rápida. La imagen se procesó con Photoshop usando como referencia el perfil ICC proporcionado por la propia Saal en su página web. El monitor estaba calibrado usando ColorMunki Display + DisplayCal.
Esta es la foto -solo se ha cambiado el tamaño- elegida. Es la misma que servía de portada a mi libro Hibernación, solo que procesada de manera distinta y con algunas correcciones de perspectiva.
Precio
Con estas características el cuadro tiene un precio de 44,95€ (IVA incluido) a lo que hay que sumar los colgadores estándar (7,95€) lo que hace un total de 52,90€ que está en el mismo rango de precios que otras marcas como Photobox o Pixum. Los gastos de envío son 6,95€.
Plazos de entrega
El pedido se realizó el 22 de julio, siendo enviado el 25 y llegando a casa (por MRW) el 28. Menos de una semana. Un sobresaliente en este apartado.
Embalaje y contenido del paquete
Como puede apreciarse en las imágenes, el embalaje es el adecuado. La caja de cartón tiene unas dimensiones bastante mayores que la del cuadro, lo que añade protección extra a las esquinas. En el interior se encuentra un cartón de gran grosor que dota de rigidez al conjunto. Aquí también hay que felicitar a Saal.
El cuadro se acompaña de dos colgadores estándar (+7,95€ la pareja) y unos topes de goma. Otras opciones son el bastidor de aluminio (+15€) y los soportes atornillables (+19,95€). Todos estos precios se refieren al tamaño que elegí (60×40 cm)
Mi opinión sobre el cuadro aluminio Dibond de Saal
En este punto, casi que puedo volver a usar las mismas palabras de mi anterior crítica al álbum digital de Saal: La reproducción del color sigue fallando: Los tonos son mucho más fríos, con una dominante azulada que cambia por completo la sensación que debería trasmitir la imagen. Es una lástima porque todo lo demás -nitidez, acabados, envío, software, trato- es excelente.
Esta imagen es una fotografía del cuadro, que tampoco recoge con exactitud como plasma los colores de la impresión. En vivo, los colores están un poco más saturados y luminosos -especialmente el cielo- . Es decir, que el cuadro real se ve mucho mejor de lo que muestra esta foto; aún así he decidido incluirla para que puedan compararse el cambio de tono con respecto a la imagen original (ver arriba)
En mi anterior análisis me quedé con la duda de si el resultado que obtuve se debió a mi falta de experiencia con la gestión del color. En esta ocasión estoy seguro que he seguido todos los pasos que la propia empresa indica para realizar una correcta reproducción de color. El monitor estaba calibrado y se ha usado el perfil ICC correspondiente para previsualizar y ajustar la imagen final.
Si la gestión del color no es una de tus preocupaciones, Saal es una buena opción por precio y por calidad de los materiales y del servicio. Si, por el contrario, eres detallista o una reproducción del color fiable es fundamental para ti, entonces buscaría otras alternativas.
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