Hace unos días Fujifilm anunció una nueva cámara, la Instax Square SQ10. Lo que tendría que haber sido motivo de regocijo ha terminado siendo una decepción (aunque no del mismo tipo que mis otras decepciones fotográficas)
En esta entrada daré mi opinión sobre por qué esta cámara no está a la altura de lo esperado, o al menos de lo que yo esperaba.
Fujifilm mola (normalmente)
Sin haberlo pretendido, tengo más cámaras y productos de esta marca que de ninguna otra: Mi cámara principal (X100S), una acuática (XP70), dos cámaras de película instantánea (Instax Mini 8 y 210) y una impresora que también la usa (Instax Share SP-1).
Esta empresa japonesa ha sabido darle a sus productos un toque diferente, que consigue llamar la atención no solo por su diseño, sino por sus características técnicas. Su serie X ha sido un éxito y en la fotografía instantánea apenas tienen competencia. Para sorpresa de muchos, la cámara más vendida de estas navidades en Amazon no ha sido digital, sino la Instax Mini.
Si nos centramos en las cámaras analógicas, podemos ver que Fujifilm las promociona como un producto destinado a blogueras y hipsters. Hay que reconocer, sin embargo, que la calidad que se obtiene con esta película es fantástica. Me sorprendió como consigue clavar la exposición correcta con el flash. Por no mencionar el proceso mágico de ver como aparece la imagen en el papel.
Entonces ¿por qué es una decepción?
La causa fundamental es que la Instax Square SQ10 no es una cámara analógica. La publicitan como cámara híbrida, o lo que es lo mismo, una cámara digital con una impresora acoplada. Esto ni siquiera es una novedad porque la propia Fujifilm ofrece desde hace unos años sus impresoras portátiles con película instantánea.
Como poseedor de una de estas impresoras (la Share SP-1) puedo afirmar que las imágenes que se obtienen con ella no tienen nada que ver con las que se logran con una cámara analógica. He usado distintos ajustes y nunca he conseguido los colores de la Mini 8 o la 210. Tienen un aspecto mucho más lavado y demasiado contrastado. Tiende a colores fríos que le dan un aire más artificial.
Solo por eso, ha dejado de ser una opción para mí. Pero es que, además, han borrado de un plumazo toda la esencia de la fotografía instantánea: Que sea inmediata, sorprendente e imprevisible.
Le han añadido una pantalla para ver las capturas y filtros para editarlas. En su búsqueda de un Instagram analógico se han sacado de la manga el término híbrido, pero no deja de ser fotografía digital. Solo el soporte es analógico.
Lo único interesante
En mi opinión, lo único interesante que ofrece la Instax Square SQ10 es la llegada del formato cuadrado de la mítica Polaroid al universo Instax:
Aunque, como puede verse, su tamaño es considerablemente menor al de la película Polaroid tipo 600. Parece claro que estas dimensiones vienen impuestas por la necesidad de mantener la coherencia con el resto de películas de la serie, ya que todas ellas tienen la misma altura.
Aún así, a muchos nos encantaría tener la posibilidad de usar este formato cuadrado de la serie Instax. En la mano de Fujifilm estaba (y está) que podamos hacerlo. A mi pesar, ha optado por satisfacer las necesidades de un mercado más centrado en los selfies y acostumbrado a las ventajas de lo digital. No hay, por ahora, alternativa real al carísimo papel que ofrece para Polaroid The Impossible Project.
Quizás en el futuro Fujifilm sorprenda con una cámara analógica que utilice esta nueva película. Tras contactar con ellos, ni me lo desmintieron y ni me lo confirmaron. Así que habrá que mantener la esperanza.
Cámaras Instántaneas
Hola, Instantes!
Coincido en mucho de lo que has dicho, pero me gustaría apuntar una cosilla. Dices que la SQ10 no rinde bien en temas de realismo del color por el sistema de impresión. La cosa es que la SQ10 usa la tecnología basada en la Share SP-2, que es considerablemente mejor que la SP-1 en el tema del color y esos errores no se dan.
La verdad es que los colores que consigue la Square SQ10 son iguales o superiores que los de la Mini 8 o cualquier otra, sobre todo en situaciones más complejas.
En el resto de cosas coincido totalmente. Esperemos que no se pierda nunca la esencia de la fotografía instantánea y que el mercado no las deje atrás…
Felicidades por el post!
Sergi
Buenos días.
¿Así pués, una cámara digital con revelado químico no es híbrida? Entonces me he perdido algo.
¿Perdemos la esencia de la fotografía instantanea? No, señores. Dejamos de perder pasta. 1,24 euros por cagada, cuando la foto no sale como esperamos, en el caso de las Instax Square y 2,49 euros por cagada en las Polaroid (y encima la calidad es inmensamente inferior a Fuji Instax). Y eso a precios de Amazon. En el caso de las Polaroid, comprando el cartucho en una tienda física, la cagada sale a 3,12 euros (más de 500 pelas por foto).
¿Por qué creen ustedes que Fuji ha dejado de comercializar estas cámaras híbridas? ¿Cuántos cartuchos deja de vender Fuji cuándo podemos elegir qué foto revelar y cómo revelarla?
Sin ninguna duda, las cámaras SQ10 y SQ20 son la evolución lógica en la fotografía instantanea pero, a nadie le interesa vender una cámara que pueda ajustar con mucha precisión el uso de una película instantanea del cartucho. ¡Cuánta pasta me habré ahorrado con estas dos cámaras! Piénsenlo. Un saludo y muchas gracias.
Antonio Martínez
Hola Sergi:
Yo creo que no tenemos posturas antagónicas. Tienes razón al decir que dejamos de perder pasta (al poder elegir lo que imprimimos); pero al mismo tiempo sigo pensando que eso elimina buena parte de la esencia de la fotografía química instantánea.
Las dos son compatibles porque se refieren a cosas distintas: Por un lado, el factor económico y, por otro, el de los resultados que obtenemos. En esto último en lo que me centro en el artículo. En mi experiencia, la misma escena fotografiada con una Instax clásica sale mucho, mucho mejor que la impresa.
Un saludo.